martes, 8 de julio de 2014

Jack el destripador








Ha pasado más de un siglo y todavía perdura el misterio. Siete crímenes perpetuados en Whitecheaper por Jack hacia 1888.



CASO:
Annie Chapman

Una mujer sin hogar propio que vivía en pensiones comunes cuando disponía de dinero para el alojamiento de una noche, y cuando no era así se dedicaba a vagar en las calles en busca de clientes que le proporcionasen alguna moneda para bebida, alojamiento y alimento. 

MODUS OPERANDI

De acuerdo el médico forense que vio el cadáver, el asesino había agarrado a Annie por la barbilla y la había degollado por la espalda de izquierda a derecha con cierta tentativa de decapitarla  por la fuerza que ejerció sobre ella. Eso le causó la muerte. Las otras heridas infligidas y las mutilaciones abdominales habían sido realizadas post mortem: el abdomen había sido abierto para extraer la vagina, el útero y vejiga, las cuales no fueron halladas. Las incisiones fueron limpias como si se tratase de un experto en anatomía. 
Kit de armas
Arma punzo cortante: cuchillo estrecho con lámina fina y muy afilada.
Por las incisiones realizadas se podría deducir que el arma punzo cortante fuese un bisturí, utensilio que utilizan los médicos cirujanos.

Asesino sádico: Le gustaba infringir demasiado dolor a sus víctimas al mutilarlas, lo cual le produce una gratificación sexual.

Criminal organizado
Selecciona a una victima: Las victimas de Jack fuerón prostitutas, a lo cual indica que sus victimas son de bajo riesgo al ser personas que si desaparecen tardarían en darse cuenta de ello.
Cuenta con un modus operandi especializado, utiliza un kit de armas.
El escenario problema se encontraba limpio y sin ningún tipo de indicio que señalara quien era el homicida.

Perfil geográfico: 
En la imagen se muestra en puntos rojos los lugares en donde Jack cometió sus crímenes.



Mapa victoriano de Landres marcado con siete puntos rojos, ubicados a pocas calles uno del otro, que representan a los escenarios de los primeros siete asesinatos de Whitechapel.


Victimología:
·         Mujeres que ejercían la prostitución.
·         Sin familia.
·         Con adicción a las drogas y al alcohol.
·         De entre 20 y 40 años de edad.

Victimario:
Hombre de tez blanca.
Aproximadamente de unos 30 años de edad.
Estatura Aprox. 1.80
Contaba con conocimientos de anatomía.
Inteligente. 
Pertenecía a una clase alta.

Firma: Dejaba cerca de la víctima un pañuelo, un peine, y un cepillo de dientes en un orden concreto por el asesino. La firma de Jack se considera ritualista.

Trofeos: uno o varios órganos de la víctima, en especial las que forman parte de su aparato reproductor.

El 25 de septiembre, la agencia Estatal De Noticias recibió una nota en tinta roja firmada por Jack el Destripador.

“Querido jefe, desde hace días oigo que me han cogido, pero en realidad todavía no me han pescado. No soporto a cierto tipo de mujeres y no dejare de destriparlas hasta que haya terminado con ellas. El ultimo es un magnífico trabajo, a la dama en cuestión no le dio tiempo ni de chillar. Me gusta mi trabajo y estoy ansioso de empezar de nuevo, pronto tendrá más noticias mías y de mi gracioso jueguecito…”
Firma: Jack el destripador, desde el infierno.

El caso de Jack jamás fue resuelto.
Jack desapareció sin dejar huella.

De acuerdo a todo lo sucedido podemos especular que no se trataba de un asesino cualquiera.

Jack padecía un trastorno de la sexualidad el cual se caracteriza por una alteración de los procesos propios del ciclo de la respuesta sexual o por dolor asociado con la realización del acto sexual, que le provoco esa compulsividad y obsesión a la hora de cometer sus crímenes.

Mucho no se sabe de este asesino, puesto que jamas fue capturado. Pero por sus actos se podría decir que tenia cierta repulsión a las mujeres que se dedicaban a la prostitución, puesto que por su firma, la cual era dejar artículos de limpieza personal, con esto el lo que pretendía era limpiar a la sociedad eliminando a lo que para el eran la mancha de la sociedad.